El PP dice que en Gandia se promociona el catalán con dinero público
El grupo municipal del PP ha exigido explicaciones al gobierno de Diana Morant sobre la denuncia presentada ante el Síndic de Greuges por Plataforma Valencianista al Ayuntamiento de Gandia por “promocionar el catalanismo en la ciudad con dinero público”.
Asegura el concejal popular, Guillermo Barber, que la denuncia se ha presentado en 35 municipios valencianos, entre ellos los de Gandia, Bellreguard, Simat, Xeraco y Xeresa. En el caso de Gandia dice Barber que se relaciona al consistorio con la Fundación Ramon Llull, que, en su acta fundacional, según el PP, tiene como objetivo “intensificar el estudio, la promoción y la defensa de la lengua catalana”.
El edil popular afirma que, y citamos textualmente, “el dinero público no ha de servir para los delirios catalanistas de unos pocos” y en este sentido asegura que el Ayuntamiento de Gandia está vulnerando el Estatuto de Autonomía y la Constitución.
En definitiva, el grupo municipal del PP ha pedido saber “cuánto cuesta adoctrinar y catalanizar Gandia y cuánto ha pagado el gobierno por promocionar el catalanismo, por contratar al candidato de Esquerra Republicana para promocionar al escritor mallorquín o cuánto han costado los 3.000 dípticos para divulgar la figura de Ramón Llull”.
La respuesta del gobierno local
Sobre este asunto, la concejal de Políticas Educativas, Laura Morant, ha contestado que las críticas del PP obedecen a una estrategia de los populares para esconder los casos de corrupción del PP valenciano a costa de reabrir un conflicto que ha calificado de “estéril” y alejado de las verdaderas preocupaciones de los ciudadanos. Además, la edil de Compromís ha destacado la importancia de Ramon Llull como “uno de los máximos exponentes de la cultura y pensamientos europeos”.
Morant ha asegurado a Radio Gandia SER que el coste de la campaña de promoción de Llull ha costado unos 1.000 euros, porque contó con la colaboración desinteresada de profesores, que no han cobrado, y el concierto de Maria del Mar Bonet se sufragó con el dinero de la venta las entradas. Con los mil euros se imprimieron y repartieron los dípticos por las escuelas.